Si María vendiera ahora el piso que compró en 2003 no se podría llevar ni un céntimo de beneficio por la transacción. Y eso con mucha suerte. La vivienda por la que abonó 130.000 euros a sus antiguos propietarios hace cinco años vuelve a costar lo mismo un lustro después. «Teniendo en cuenta que aparte tuve que pagar alrededor de 18.000 euros por las escrituras, impuestos y demás ahora perdería dinero».
No hace falta ser matemático para echar las cuentas. Una tasación realizada en 2005 decía que la casa de María, un quinto sin ascensor de 30 metros cuadrados situado en el barrio de Prosperidad, estaba valorada en 180.000 euros. Por inmuebles similares en la misma zona se vuelve a pedir hoy lo que tuvo que desembolsar ella cinco calendarios antes.
La anécdota es un reflejo de lo que cualquier lector puede comprobar con las páginas de clasificados de los periódicos. La categoría de pisos de hasta 150.000 euros, desaparecida o, en el mejor de los casos, exigua durante meses, vuelve a aglutinar numerosas ofertas en casi todos los distritos de Madrid. Además, no es demasiado exótico que vayan acompañadas del epílogo «negociable» o «precio a convenir».
Auge y caída del sector inmobiliario español ~ La crónica de la burbuja del ladrillo desde sus inicios
07 febrero 2009
Las plusvalías se evaporan
Un reflejo del momento que vive el sector es el titular de la portada del suplemento "Su Vivienda", el mismo que hace cuatro años destacaba la rentabilidad de las plusvalías inmobiliarias: «Mi casa cuesta lo mismo que hace cinco años. O menos». El articulo de la publicación de El Mundo toma como ejemplo el caso de María:
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