20 abril 2004

El enfoque del nuevo Ministerio

Con el Ministerio de Vivienda dando sus primeros pasos y su titular, María Antonia Trujillo, explicando cuál va a ser su política, podemos recordar cuál es el enfoque que el ahora responsable del área económica del Gabinete del Presidente en La Moncloa aplicaba sobre el mercado inmobiliario antes de las elecciones, y que previsiblemene guiará la política del nuevo gobierno. Miguel Sebastián en "Cinco Días" el 23 de febrero: «[El sector de la construcción] es un sector muy importante para nuestra economía, que necesita tener un crecimiento equilibrado. Por una parte, está la obra civil y, por otra, el sector dedicado a la inversión inmobiliaria. El que creamos que deben aflojarse los ritmos de crecimiento de la construcción inmobiliaria no implica que el sector vaya a sufrir un parón. En absoluto. No queremos que el sector de la construcción se pare, pero sí que deje de absorber tanta inversión productiva en beneficio de la inversión residencial.»

Sobre la burbuja: «Nuestro objetivo no es abaratar el precio de la vivienda, sino favorecer el acceso a ella de los jóvenes y emigrantes mediante el mercado de alquiler. Hay una burbuja inmobiliaria y queremos que los precios de la vivienda no sigan subiendo con una diferencia excesiva sobre el IPC. Pero tampoco queremos que el precio de la vivienda se desplome porque eso sería nefasto para las familias que tienen el piso como principal ahorro, con el consiguiente efecto sobre el consumo. Sería también negativo para las familias que están endeudadas, que tendrían un desfase patrimonial muy perjudicial. También cuenta el riesgo para el sector financiero, pues en caso de que ocurran estos desfases pueden aparecer problemas de impago a bancos y cajas. Si el sistema financiero va mal, ya sabemos que toda la economía va mal.»

Sobre desviar parte de la demanda al alquiler: «Hay que favorecer que una parte de los seis millones largos de viviendas vacías salgan a este tipo de mercado. Tenemos un importante desajuste entre la oferta y la demanda de alquiler y eso supone un despilfarro. Si imaginamos que se arriendan dos millones de estas viviendas vacías a un precio irrisorio de medio millón de las antiguas pesetas al año, pues tenemos un billón y medio de las antiguas pesetas que puede generar riqueza. Es un mercado potencial donde todo el mundo gana: el propietario y el inquilino. Por eso debe surgir un intermediario que consiga casar la oferta y demanda, de ahí nuestra propuesta de crear una agencia pública para generar una gran riqueza económica a un coste muy bajo. La agencia, incluso, podría tener beneficios.»

En "La Vanguardia" del 8 de marzo comentaba también el funcionamiento de la Agencia de Alquiler: «En España hay 7 millones de viviendas vacías o secundarias, lo que equivale a 1,5 por hogar. Todo un récord mundial. Hay que crear una agencia pública de alquiler que asuma el riesgo jurídico de los impagados. El propietario cedería a la agencia durante un periodo su vivienda y ésta buscaría inquilinos y gestionaría los contratos.»