27 noviembre 2005

Mitos inmobiliarios

Un instructivo artículo del economista José Manuel Naredo en "La Vanguardia". Argumenta contra las falsas creencias que perviven alrededor del mercado inmobiliario: «Seis tópicos sobre el mercado inmobilario en España y el comportamiento de los propietarios son desmenuzados y puestos en entredicho. La conclusión apunta a que, a pesar de lo que se diga, en nuestro país hay burbuja inmobiliaria, empujada por la espiral de compras especulativas y créditos baratos. La interpretación del panorama inmobiliario español está viciada por la pervivencia de una serie de mitos acordes con el negocio inmobiliario imperante que, a fuerza de repetirse, acaban arraigando en la población.» "Los mitos inmobiliarios de nuestro tiempo".

16 noviembre 2005

Situación rara e inquietante

Desde la orilla liberal, la visión de la burbuja inmobiliaria de Carlos Rodríguez Braun: «Hoy España es un país estable, con poca inflación y el euro ha actuado como un elemento estabilizador y ha hecho posible la bajada de tipos de interés. pero en el caso de la inflación hay dos realidades que conviven: por un lado, tenemos una inflación moderada en cuanto al IPC (índice de precios al consumo), pero tenemos un nivel extraordinariamente elevado en algunos activos inmobiliarios, cuyo valor se ha multiplicado por veinte en poco tiempo. Esto es raro e inquietante. Si se produce un pinchazo de la «burbuja» inmobiliaria, pueden ocurrir dos cosas: o bien un pequeño frenazo, como pasó en los años noventa, y una inmediata recuperación, o bien, en el peor escenario posible, que se reproduzca lo que pasó en Japón. Y en Japón llevan diez años sin crecer tras un «pinchazo» inmobiliario. En España no tenemos una experiencia así. No hay memoria de ello. Ni tan siquiera ocurrió durante la crisis económica que coincidió con la transición.» Entrevista en "La Nueva España".

11 noviembre 2005

Exportar la burbuja fuera de España

Como consecuencia de los temores que despierta nuestra burbuja inmobiliaria, hay quien quiere aprovechar para invertir en vivienda en el exterior. De esta manera, la presión sobre los precios la podemos 'exportar' a aquellos mercados donde también están invirtiendo inmobiliarias españolas. Ya es posible adquirir una vivienda -si se quiere como segunda residencia- en el extranjero construida por un grupo español: «La ampliación de la Unión Europea hace poco más de un año supuso el pistoletazo de salida para las inmobiliarias y hoy ya se pueden comprar viviendas con sello español en pleno centro de Budapest por 1.400 euros el metro cuadrado (en España la media son 1.800). Aunque son mercados inestables y con carencias jurídicas y financieras, ofrecen la posibilidad de una gran rentabilidad sin una inversión excesiva. Además de Hungría, los inversores se decantan por Polonia, República Checa y, recientemente, Bulgaria y Rumanía, dos países que han despertado mucho interés ante su próxima entrada en la UE.» "Invertir en ladrillos fuera de españa".

06 noviembre 2005

Endeudamiento familiar por la vivienda

La necesidad de financiación de las familias alcanza el 2% del PIB según un estudio publicado por Funcas: «El endeudamiento de las familias españolas está alcanzando niveles preocupantes. De hecho, el ahorro bruto de los hogares se situará en 2005 en el 7,4% de su renta disponible, pero necesitarán más que eso para lograr amortizar los préstamos y créditos recibidos, destacó Victorio Valle, director de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). "Por primera vez se ha cambiado de signo. Las familias no sólo no tienen capacidad de financiación, sino que necesitan financiación", afirmó Valle en la presentación del último número de los Cuadernos de Información Económica del Funcas. Eso sí, lo que no sorprende es la principal razón tras este creciente endeudamiento: la compra de vivienda. La entidad estima que las familias españolas necesitarán dedicar un 9,9% de su renta disponible a amortizar sus pasivos financieros, seis décimas más que en 2004, momento en el que por primera vez esta partida superó a la del ahorro familiar bruto.» "El ahorro de las familias españolas ya no es suficiente para amortizar sus deudas".